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Irene Valverde

Dietista – Nutricionista

¿Qué papel tiene la alimentación en las enfermedades inflamatorias?

En el primer capítulo estuvimos hablando sobre la inflamación, para poder hacernos una idea de su funcionamiento en nuestro cuerpo y conocer un poco más que se “cuece” en el interior.

En este capítulo hablaremos sobre la alimentación y su interacción con nuestro cuerpo, y entender cómo la alimentación puede suponer una mejora notoria y prevenir o disminuir el riesgo de aparición de otras enfermedades.

En cada etapa de la vida nuestro cuerpo tendrá un requerimiento energético y nutricional diferente, ya que el cuerpo de un/a adolescente en pleno crecimiento físico y cognitivo, con determinadas necesidades específicas, no es el mismo de una mujer embarazada o un anciano. Cada uno está en una etapa biológica y vital diferente.  Lo mismo pasa en personas que padecen alguna patología, su cuerpo no está en las mismas condiciones biológicas que el de una persona sin dolencias. Y es importante entender esta cuestión ya que puede ayudar a aclarar algunas ideas y centrarnos en observar nuestro estado, que puede presentar deficiencias y desequilibrios nutricionales.[1]

La nutrición y las enfermedades inflamatorias

Una mala nutrición puede reducir la inmunidad, aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental, y reducir la productividad.[2]

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es la condición de todo ser vivo que goza de un absoluto bienestar tanto a nivel físico como a nivel mental y social. Es decir, el concepto de salud no sólo da cuenta de la no aparición de enfermedades o afecciones  sino que va más allá de eso.[3]

Desde la antigüedad se conocía que la salud y la alimentación estaban ligadas. Se sabía que existía la posibilidad de enfermar cuando se consumían ciertos alimentos y si se estaba enfermo de algo concreto, había alimentos que se podían consumir y otros no.

Al principio del primer capítulo hablamos sobre alimentación y nutrición como conceptos conscientes y diferentes, en este apartado hablaremos sobre sus diferencias y la interacción con nuestro cuerpo.

La nutrición es el proceso por el cual los nutrientes[4] contenidos en los alimentos satisfacen las necesidades de nuestras células y permiten el desarrollo adecuado de nuestros sistemas y aparatos con el fin de proporcionar a las personas de una resistencia física y mental adecuada a nuestra actividad diaria.[5]

Para llevar a cabo una correcta nutrición debemos conocer las necesidades específicas de nuestro organismo en función de la edad, sexo y actividad que realizamos.


La dieta en las enfermedades inflamatorias

La dieta es el resultado de la selección de los alimentos que vamos a ingerir para proporcionar los nutrientes que requiere nuestro organismo. Por ello las dietas dependen de otros factores o condicionantes como la cultura, la disponibilidad estacional de los alimentos y los gustos específicos de cada persona, entre otros.[6]

Pero, sobre todo, ¿para qué sirve una dieta basada en una correcta aportación de nutrientes? Porque los nutrientes, de los que hablaremos en profundidad más adelante, influyen y regulan la actividad de los genes[7], tanto directa como indirectamente, allanan el camino para una nutrición personalizada que juega un papel clave en la prevención y el tratamiento de las enfermedades crónico degenerativas.[8]

Hay muchos resultados científicos que demuestran que la dieta es un factor modificable clave que puede influir en la incidencia de muchas enfermedades crónicas. Los alimentos, de hecho, contienen varias sustancias biológicamente activas con beneficios para la salud.


Las enfermedades crónicas

Las principales enfermedades crónicas que se han extendido en el último siglo por variaciones dietéticas, que también tienen efecto sobre la expresión de nuestros genes, son las siguientes: obesidad, síndrome metabólico, osteoporosis, diabetes mellitus tipo 2 (DM2), enfermedades cardiovasculares (ECV), enfermedad renal crónica, enfermedades neurodegenerativas y cáncer. Todas ellas son enfermedades multifactoriales, debido a sus complejas interacciones entre nuestro cuerpo y factores ambientales, como nutrientes y componentes bioactivos[9] de los alimentos.[10]

Es decir, que la ciencia de la nutrición cada vez más avanzada y centrada en dar una solución a las dolencias actuales y a la prevención de futuras enfermedades, concluye que la alimentación interacciona con nuestro cuerpo mucho más allá de darnos aporte energético o estructural, ya que aquello que comemos interactúa con nuestras células modificando su expresión, y por lo tanto una correcta alimentación puede tener múltiples beneficios.

En la bibliografía médica más actualizada en nutrición, podemos verificar la gran cantidad de estudios con resultados positivos sobre la adherencia de ciertas dietas o alimentos y su mejora en el estado de salud. 

Por eso la alimentación y la nutrición deben ser procesos conscientes, porque sabemos que aquello que comemos estará viajando por nuestro cuerpo y actuando, ya sea para darnos energía, como para ayudar a cicatrizar una herida, estimular la secreción de determinadas hormonas, o simplemente ayudando a crear un sistema inmunitario más fuerte y preparado.

Y ahora que empezamos a reflexionar sobre nuestro estado de salud, hemos profundizado en algunos conceptos como la inflamación, las enfermedades, la alimentación y la nutrición. Hemos podido contextualizar y aprender sobre la relación que existe entre estos conceptos, ahora estamos preparados para seguir conociendo más sobre esta increíble relación, pero sobre todo poniéndola en práctica.

Se dice que a veces más vale saber lo que no se quiere y no nos aporta, para enderezarnos hacia el camino de decidir qué es lo que sí queremos. Pues bien, en el siguiente capítulo trataremos sobre el tipo de alimentación que no le conviene a nuestro cuerpo, y sobre todo por qué no le conviene.

[1]Rosa María Ortega Anta,Ana María Requejo Marcos;  Nutriguia; 2015.

[2] Organización Mundial de la Salud; Nutrición; 2021: https://www.who.int/topics/nutrition/es

[3] Organización Mundial de la Salud; Constitución; 2021:https://www.who.int/es/about/who-we-are/constitution

Irene Valverde Dietista-Nutricionista

[4]Compuesto químico (como las proteínas, las grasas, los carbohidratos, las vitaminas o los minerales) que forma parte de los alimentos. El cuerpo utiliza estos compuestos para funcionar y crecer.

[5]Sarah D. Ohlhorst, Robert Russell, Dennis Bier, David M. Klurfeld, Zhaoping Li, Jonathan R. Mein, John Milne,A.CatharineRoss,PatrickStover, and Emily Konopka;Nutritionresearchtoaffectfood and a healthylifespian;JNutr. 2013 Aug; 143(8): 1349–1354. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6322830/

[6]  OMS, Serie de Informes Técnicos ,916: DIETA, NUTRICIÓN Y PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES CRÓNICAS.; Ginebra, 2003; https://www.who.int/nutrition/publications/obesity/WHO_TRS_916_spa.pdf

[7]Unidad funcional y física de la herencia que pasa de padres a hijos. Los genes son segmentos de ADN.

[8]Laura Di Renzo, Paola Gualtieri, Lorenzo Romano, Giulia Marrone ,AnnalisaNoce , Alberto Pujia , Marco Alfonso Perrone, VincenzoAiello, Carmela Colica, Antonino De Lorenzo; Role ofPersonalizedNutrition in Chronic-DegenerativeDiseases; Nutrients. 2019 Jul 24;11(8):1707 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31344895/

[9] Tipo de sustancia química que se encuentra en pequeñas cantidades en las plantas y ciertos alimentos (como frutas, verduras, nueces, aceites y granos integrales). Los compuestos bioactivos cumplen funciones en el cuerpo que pueden promover la buena salud.

[10] Laura Di Renzo, Paola Gualtieri, Lorenzo Romano, Giulia Marrone ,AnnalisaNoce , Alberto Pujia , Marco Alfonso Perrone, VincenzoAiello, Carmela Colica, Antonino De Lorenzo; Role ofPersonalizedNutrition in Chronic-DegenerativeDiseases; Nutrients. 2019 Jul 24;11(8):1707 https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31344895/



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